Tras reunirse en el despacho presidencial del Palacio Nacional, el presidente presentó a través de un vídeo al nuevo ministro, al cual definió como "un servidor público con dimensión social".
López Obrador le encargó que "la economía esté siempre al servicio de los ciudadanos", especialmente de "la gente humilde", y generar riqueza "para distribuir".
"Nuestro país es un país con grandes cosas pero también con carencias y contrastes, y justamente en el área de las desigualdades es donde tenemos que trabajar", respondió el nuevo ministro.
Herrera, economista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y exasesor del Banco Mundial, dijo aceptar el cargo "con mucha ilusión" y afrontarlo como "una gran responsabilidad".
El nuevo ministro ejercía como el segundo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dirigida hasta este martes por Carlos Urzúa, quien renunció por "discrepancias económicas" con el presidente.
"Él no está conforme con las decisiones que estamos tomando pero nosotros tenemos el compromiso de cambiar la política económica que se ha venido imponiendo desde hace 36 años", dijo López Obrador, quien agradeció a Urzúa los servicios prestados.
El presidente reivindicó que quiere llevar a cabo una "transformación" del país y admitió que "hay a veces incomprensión, dudas o titubeos, incluso en el interior del Gobierno".
Y defendió su política económica porque, dijo, ha aumentado la recaudación del Gobierno, no hay déficit, la deuda no ha crecido y el peso es "la moneda más fuerte del mundo".
A su entrada a Palacio Nacional, Herrera dijo que "el país está bien" y "todo está en orden" a pesar de la renuncia del ministro.
Urzúa, considerado hasta ahora un estrecho colaborador de López Obrador, reprochó en su carta de renuncia que "en esta Administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento".
"Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda", expresó.
Unas convicciones que, dijo, "no encontraron eco" en el Gobierno de López Obrador, quien asumió la presidencia el 1 de diciembre de 2018.
Y añadió que le resultó "inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública", un hecho que "fue motivado por personajes influyentes del actual Gobierno con un patente conflicto de interés".