Los menores fueron recibidos por una delegación gubernamental encabezada por la primera dama Ana García de Hernández, así como por funcionarios de la oficina de la agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Honduras y activistas pro inmigrantes.
Los menores y sus madres deportados llegaron sin ningún bien material, expresó García de Hernández, por lo que el gobierno y la oficina de la Unicef en Honduras les entregaron una bolsa con ayuda elemental.
Los deportados fueron trasladados a un sitio especial habilitado en el aeropuerto de San Pedro Sula para que pudieran señalar si deseaban quedarse en un centro habilitado por el gobierno o bien trasladarse a sus sitios de origen.
Los menores y sus madres fueron detenidos por agentes de la patrulla fronteriza de Estados Unidos y luego remitidos a centros de atención para su deportación.
Se estima que, solamente de Honduras, son unos 13,000 menores los que se encuentran en Estados Unidos sujetos a la deportación. Incluyendo la cifra estimadas para Guatemala, El Salvador y México, el número asciende a los 57,000 menores migrantes indocumentados.
Además de los primeros 40 deportados vía aérea, también llegaron a San pedro procedentes de México más de 100 menores y sus padres que fueron detenidos por las autoridades mexicanas. (DPA)