"La carta republicana divulgada hoy no supera la prueba del equilibrio. De hecho, realmente lo que hace es prometer tipos impositivos bajos para los ricos y golpear a la clase media", indicó Dan Pfeiffer, director de comunicaciones de Casa Blanca, en un comunicado.
El funcionario reiteró que el presidente estadounidense "no está dispuesto a comprometer los principios de justicia y equilibrio que implica el pedir a los más ricos pagar mayores impuestos".
Pfeiffer respondía así a la propuesta de reducción del déficit presupuestario enviada hoy por carta a la Casa Blanca por parte del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
La propuesta republicana incluye la subida de los ingresos federales de 800.000 millones de dólares a través de la supresión de exenciones y deducciones, frente a los 1,6 billones planteados por Obama; y el recorte de 600.000 millones en programas de seguridad social, en contraste con los 350.000 millones del plan demócrata, en los próximos diez años.
No obstante, la subida de impuestos para los hogares con ingresos de más de 250.000 dólares anuales continúan siendo el principal escollo para alcanzar un acuerdo.
Obama ha dicho ya que vetará cualquier plan que no lo incluya, y los republicanos han vuelto a reafirmar hoy su intención de no subir los impuestos a ningún ciudadano.
"Mientras los republicanos en el Congreso no estén dispuestos a ponerse serios y pidan a los más ricos que paguen unos tipos ligeramente más altos, no seremos capaces de alcanzar el enfoque significativo y equilibrado para la reducción del déficit que necesita nuestra nación", agregó Pfeiffer.
A menos de un mes para que entre en vigor la temida combinación de agudos recortes en el gasto y subida de impuestos conocida como "precipicio fiscal", demócratas y republicanos han rechazado mutuamente sus respectivas propuestas y el acuerdo no parece cercano.