El físico de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) Mardonio Jiménez dijo a la agencia dpa que la situación "está bajo control", pero se están midiendo "los niveles de radiación".
Aunque para la población en general no hay peligro, las personas que manipularon la fuente con cobalto 60, presumiblemente los ladrones, podrían morir porque se trata de material "extremadamente radiactivo", según advirtió este miércoles el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), con sede en Viena.
El director de la CNSNS, Juan Eibenschutz, dijo a Milenio Televisión que "es casi absolutamente seguro que la persona que sacó la fuente del contenedor está en un estado muy grave o ha muerto".
El robo había ocurrido en Tepojaco, un municipio del estado de Hidalgo, en el centro del país, cuando el chofer del camión que transportaba la carga fue asaltado mientras descansaba en el vehículo en el estacionamiento de una gasolinería.
El cargamento contenía un cabezal con la fuente radiactiva de un equipo de teleterapia en desuso. Había salido el 28 de noviembre de un hospital público de la norteña ciudad de Tijuana para ser llevado al Centro de Almacenamiento de Desechos Radiactivos de Temascalapa, Estado de México.
La carga fue sacada de una caja especial de madera reforzada con acero y se encontró en la comunidad de Hueypoxtla, a unos 40 kilómetros del lugar del robo.
"Estas personas no tenían la menor idea de lo que sacaron. Aparentemente no era gente especializada", afirmó Jiménez.
Eibenschutz explicó a MVS Radio que el cabezal había sido retirado y estaba abierto y la fuente con cobalto 60, que pesa unos 40 gramos, había sido retirada.
"Se empezó a medir (la radiación) para ver si estaba regado (tirado) por ahí el cobalto y encontraron que había una fuente de radiación como a un kilómetro de distancia, una fuente muy intensa".
"Lo que estamos suponiendo es que la gente que violó el cabezal, que lo abrió a la fuerza, sacó la fuente y luego no supo qué hacer con ella, se quemó la mano o algo así y lo fueron a tirar por ahí", dijo.
La zona se mantendrá cercada hasta que se pueda almacenar el cobalto de manera segura, pero Eibenschutz afirmó que no es necesario evacuar a la población porque la radiación está concentrada en un solo punto y no se dispersa como los gases.
"Son granulitos de metal que no se esparce, ni se huele con el viento ni contamina", señaló. "De todas maneras, como parte de nuestras funciones, estamos monitoreando los niveles de radiactividad", dijo.
Eibenschutz afirmó que la empresa Asesores en Radiaciones que se encargó de empacar el equipo y de subcontratar el camión está especializada en el manejo de material radiactivo, pero no cumplió con los estándares de seguridad exigidos, como que la carga vaya vigilada y el camión lleve un localizador satelital.
"Lo que vamos a hacer ahora es una investigación para ver por qué se violaron las reglas de seguridad", señaló.
Se desconoce cuántas personas tuvieron contacto con el material. El subsecretario de Protección Civil del estado mexicano de Hidalgo, Miguel García Conde, explicó a dpa que el cobalto 60 "es una sustancia riesgoso" si se la manipula de manera directa.
La Procuraduría General de México había informado este miércoles que había iniciado una investigación para localizar el camión. Las autoridades mexicanas habían comunicado el robo al OIEA y emitido una alerta radiológica.
En 1987 ocurrió un serio accidente en la ciudad brasileña de Goiania cuando fue robado un equipo hospitalario similar, que contenía cesio, y fue vendido como chatarra.
Muchos curiosos entraron en contacto con el cesio, que emitía un resplandor azul. De las 249 personas que se contaminaron, cuatro murieron.
En 2000 murieron en Tailandia tres personas que trabajaban en un basurero y tuvieron contacto con desechos de Cobalto 60.
La CNSNS difundió en su página de Internet fotos de la caja de madera con reforzamiento de acero, con el cabezal que llevaba dentro. El cargamento tenía carteles en los que se indicaba la presencia de material radiactivo y un peso total de 2,3 kilogramos, incluyendo el cabezal.
El secretario de Salud de Hidalgo, Pedro Luis Noble, declaró a medios locales que el material "puede causar la muerte con el solo hecho de exponerse durante cuatro minutos". "Mientras esté blindado, es inofensivo. El problema es si alguien intenta abrirlo", indicó, antes del hallazgo de la carga.
El chofer declaró que cuando descansaba en el estacionamiento de la gasolinería dos personas armadas lo obligaron a bajarse, lo llevaron a un terreno baldío y lo ataron de pies y manos. Una vez que pudo liberarse solicitó auxilio en la estación de servicio y presentó la denuncia.