En conferencia de prensa, Sheinbaum indicó que "esto es un llamado de atención hacia nuestro equipo de C5" para que aceleren el proceso de compostura y "que se reduzca el número de altavoces que no funcionan", indicó.
La funcionaria alegó que estas fallas se debieron a que algunos de los altavoces estaban en mantenimiento "pero eso no significa que no debemos reducir ese porcentaje al máximo".
Debido a esta problemática, Sheinbaum aseguró que el Gobierno de la ciudad está considerando hacer simulacros cada tres meses "no se trata de alarmar, pero si que haya una mayor prevención en este proceso", dijo.
Por su parte, Juan Manuel García Ortegón, coordinador general del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad (C5), aseguró que los reportes que recibieron por parte de la ciudadanía eran más porque el volumen no era alto.
Sin embargo, atribuyó esto a una cuestión de percepción ya que las personas pueden considerar que el volumen de la bocina "no es adecuado" aunque lo sea.
No obstante, se comprometió a tomar medidas y que a las personas que crean que las bocinas no suenan fuerte "lo reporten con el ID del poste y si no suena claro, también".
La idea, dijo el funcionario, es "acercarnos al 0 % de fallas".
Este jueves, se realizó un macrosimulacro a las 10:00 hora local (15:00 GMT) en Ciudad de México en conmemoración de los terremotos del 19 de septiembre de 1985 y 2017.
Sin embargo, centenares de ciudadanos reportaron a través de redes sociales fallas en los altavoces de la alerta sísmica en diversos puntos de la ciudad.
La mayoría de las denuncias fueron porque no se escucharon las bocinas instaladas para avisar de la llegada de un terremoto o que las mismas sonaron con un volumen muy bajo.
Los simulacros son actividades de prevención que se desarrollan oficialmente desde 2004 a fin de fortalecer la cultura de la autoprotección ante un sismo.
El 19 de septiembre de 1985 un sismo ocurrió a las 7:19 hora local (12:19 GMT) con una magnitud de 8.1 y con epicentro en el estado de Guerrero y dejó al menos 10,000 muertos, la mayor parte en la capital mexicana.
El 19 de septiembre de 2017 un terremoto de magnitud 7.1 y con epicentro entre Puebla y Morelos (centro del país) dejó 369 muertos, 228 de ellos en Ciudad de México.
Días antes, el 7 de septiembre de 2017, un sismo de magnitud 8.2 con epicentro en el sureño estado de Chiapas había causado 98 víctimas mortales.
Estos últimos sismos dejaron miles de daños materiales en Ciudad de México y entidades como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Morelos y Puebla.