La gresca, que de acuerdo a las primeras informaciones dejó varios lesionados, ocurrió durante una protesta frente al 27 batallón de infantería del Ejército en Iguala, 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, en el estado de Guerrero.
Los padres de los estudiantes acusan a los militares de haber estado involucrados en la desaparición de sus hijos, ocurrida en Iguala después de una persecución policial el 26 de septiembre. Los jóvenes supuestamente fueron entregados por los policías al cártel Guerreros Unidos, que los asesinó y calcinó.
En la protesta los manifestantes arremetieron contra los soldados arrojándoles distintos objetos, además de que se apropiaron de un camión de cerveza y usaron las botellas como proyectiles. Los militares devolvieron las pedradas, según la prensa local.
La Secretaría de la Defensa Nacional no ha dado información oficial sobre el incidente.
Frente al cuartel de Iguala ya se habían registrado incidentes el 26 de septiembre en una manifestación por los tres meses de la desaparición de los estudiantes, de los cuales hasta ahora sólo uno ha sido identificado, entre restos calcinados hallados en un basurero. (DPA)