Familiares de jóvenes desaparecidos en México se reúnen con gobierno

Familiares de 43 estudiantes desaparecidos hace casi un mes en México sostuvieron ayer una "reunión informativa" con el procurador general, Jesús Murillo Karam, y otros funcionarios para hablar sobre el desarrollo de las investigaciones, informó el gobierno.

"Durante más de dos horas, los padres de familia de los estudiantes plantearon diversas inquietudes e hicieron cuestionamientos sobre el tema", de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Gobernación.

La reunión, que se realizó en la ciudad de Acapulco, en el sureño estado de Guerrero, tiene lugar en vísperas de que se cumplan cuatro semanas de la desaparición de los jóvenes el 26 de septiembre, en un hecho en un hecho que involucra a policías municipales en alianza con criminales.

El gobierno ofreció hoy una recompensa por información que permita dar con el paradero de los jóvenes y el presidente Enrique Peña Nieto, que está bajo presión nacional e internacional para que esclarezca el caso, afirmó que "para el gobierno de la República es fundamental ir a fondo en la investigación".

La desesperación de las familias y compañeros de los estudiantes es cada día mayor y se han realizado marchas en distintas partes del país para exigir la aparición con vida.

El miércoles habrá una nueva jornada con movilizaciones, a las cuales se adherirá el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la guerrilla indígena alzada en armas en 1994 en el sureño estado de Chiapas.

"Como parte de esa jornada global, los pueblos zapatistas iluminaremos con nuestra pequeña luz algunos de los caminos que nuestros pasos andan", informó el EZLN en un comunicado.

"A la orilla de carreteras, caminos de terracería, caminos de extravío y brechas, los pueblos zapatistas uniremos nuestra indignación a la de nuestros hermanos de Ayotzinapa (...)", añadió.

La desaparición de los estudiantes de la escuela rural para maestros de Ayotzinapa ocurrió después de que se apoderaran de tres autobuses y fueran tiroteados por policías en Iguala, una ciudad de 140.000 habitantes, ubicada unos 200 kilómetros al sur de la capital mexicana en el estado de Guerrero.

Hubo seis muertos, 25 heridos y varios detenidos, que no se sabe a dónde fueron llevados. Según integrantes Guerreros Unidos, los policías los entregaron a la agrupación, una escisión del cártel de los Beltrán Leyva.

En la reunión con los familiares en Acapulco, la ciudad más importante de Guerrero, participó también el secretario de Gobernación (ministro del Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, entre otros funcionarios.

Osorio Chong expresó que "la prioridad del gobierno de la República es la búsqueda y localización" de los jóvenes y ambas partes acordaron seguir realizando reuniones informativas, según el comunicado oficial.

Las autoridades federales publicaron hoy un aviso a doble página en los grandes diarios del país con las fotos de los jóvenes y una recompensa de hasta 1,5 millones de pesos (110.000 dólares) por datos que permitan dar con el paradero de cada uno de ellos.

Además, se ofreció una recompensa similar por información que permita "la identificación, localización, detención o aprehensión" de los probables responsables. Los móviles de la desaparición hasta ahora son una incógnita.

Durante un acto en el estado de Veracruz, en el este del país, y con diarios de todo el mundo dedicándole amplios espacios al caso Iguala, Peña Nieto dijo hoy que todo el "esfuerzo colectivo" de la sociedad mexicana para mejorar su seguridad "lamentablemente se ha visto empañado" por este hecho con involucramiento de policías.

El domingo el gobierno mexicano informó que fuerzas federales fueron enviadas a 12 municipios de Guerrero y a uno del Estado de México para asumir las labores de seguridad en reemplazo de los policías locales.

Hasta ahora han sido arrestados 26 policías y 17 miembros de Guerreros Unidos como presuntos responsables materiales. El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y el jefe de seguridad de la ciudad están prófugos.

Después de la desaparición se desplegaron 1,850 policías federales, militares e infantes de Marina en la zona de Iguala para buscar a los jóvenes y reforzar la seguridad.

Los estudiantes han sido rastreados sin éxito con helicópteros, aviones, patrullas, a caballo y con buzos en áreas urbanas y en cerros, cuevas, cañadas y cuerpos de agua de la zona. (DPA)