Durante la sesión ordinaria en San Lázaro se aprobó, con 399 votos a favor y una abstención, otorgar la nacionalidad mexicana a aquellas personas que no nacieron en el país, pero que son descendientes directos en segundo grado de mexicanos nacidos en territorio nacional.
El dictamen que adiciona un segundo párrafo al inciso a de la fracción I del Artículo 20 de la Ley de Nacionalidad establece que “quedarán exentos de comprobar la residencia, aquellos descendientes en línea recta en segundo grado de un mexicano por nacimiento”.
Ello, “siempre que no cuente con otra nacionalidad al momento de la solicitud; o bien no le sean reconocidos los derechos adquiridos a partir de su nacimiento”.
En la iniciativa, impulsada por la presidenta de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios, Norma Leticia Salazar, se considera que ante las acciones que se implementan en Estados Unidos, “las autoridades mexicanas deben apoyar a quienes son descendientes de ciudadanos mexicanos”.
Con ello, se detalla, se pretende facilitar los medios a los hijos de los connacionales que se encuentran fuera del territorio mexicano, y así obtener la nacionalidad de una manera eficiente, teniendo la oportunidad de ingresar al país en cualquier momento.
En las consideraciones del dictamen se señala que los nietos de mexicanos nacidos en territorio nacional, podrán quedar exentos de la comprobación mínima de dos años de residencia previos a la solicitud, pudiendo adquirir de ésta manera la nacionalidad mexicana.
De acuerdo con los argumentos, esta iniciativa responde a las acciones en California, donde se dio entrada a una propuesta para eliminar la ciudadanía a los hijos de indocumentados.
Mientras que en Arizona existen medidas para despojar de la ciudadanía a niños nacidos de padres indocumentados, además de la aprobación parcial de la Ley SB1070, lo que generaría una aumento en la solicitud de naturalización al momento de ser expulsados de Estados Unidos.