Este problema afecta gravemente a la población joven del país y representa una área de oportunidad que demanda el compromiso de gobierno y sociedad, por lo que senadoras del Grupo Parlamentario del PRI, hicieron un llamado a los gobiernos federal y de las entidades federativas, para que fortalezcan e impulsen campañas de concientización sobre los efectos nocivos del abuso del alcohol, dirigidas a jóvenes.
Sobre el tema, la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, A. C. México, ha destacado que cada año, miles de jóvenes se suman a la población con problemas de alcoholismo, fundamentalmente entre los 9 y los 12 años.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que el consumo nocivo de alcohol, a nivel mundial produce 3.3 millones de muertes, es decir, 5.9 por ciento de todas las defunciones. Además, está relacionado con el 5 por ciento de la carga de morbilidad y lesiones; provoca decesos y discapacidad a una edad relativamente temprana; y puede provocar pérdidas sociales y económicas considerables.
En este contexto, las senadoras Blanca Alcalá Ruiz, Marcela Guerra Castillo, Graciela Ortiz González y Ana Lilia Herrera Anzaldo, destacaron en su propuesta que, por sus características y efectos, el alcoholismo repercute tanto en la salud y el desarrollo de quienes lo padecen, como en su entorno social, económico y familiar, por lo que es urgente prevenirlo o, en su caso, atenderlo de manera integral y oportuna.
Además, hicieron referencia a la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, realizada por la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), en donde se precisa que 42.9 por ciento de la población adolescente declaró que alguna vez consumió bebidas alcohólicas, 30 por ciento lo hizo en el último año y 14.5 por ciento en el último mes.
Al mismo tiempo, advirtieron que recientemente, diversos medios de comunicación dieron a conocer un aumento en el consumo de bebidas alcohólicas en menores de 12 años, problemática que se presenta tanto en niñas como niños.
El problema del alcoholismo es un asunto grave, porque consumir alcohol en exceso causa enfermedades como cirrosis hepática, diabetes mellitus, cáncer, desórdenes neuropsiquiátricos, daños en el corazón, hígado, estómago y sistema nervioso; además, puede causar desnutrición y anemia, argumentaron las senadoras.
Adicionalmente, señalaron, está relacionado con suicidio y violencia, y lesiones no intencionales, como accidentes de tráfico, caídas, traumatismos y envenenamientos; y es considerado factor importante en el surgimiento de problemas sociales y de desarrollo, como violencia familiar, abuso de menores, ausentismo laboral y deserción escolar.
En este sentido, el Programa contra el Alcoholismo y el Abuso de Bebidas Alcohólicas: Actualización 2011-2012, de la Conadic, señala que el abuso y dependencia del alcohol se asocian con el 10.8 por ciento de dificultades frecuentes con la familia; 6 por ciento de peleas; 3.7 por ciento de problemas con la policía y problemas laborales; y 1.4 por ciento de pérdida de empleo.
Por estos motivos, reconocen las legisladoras del PRI, no se puede ser indiferente ni omiso, sino que se deben redoblar esfuerzos. No sólo es un riesgo sanitario, pues también produce consecuencias físicas, psíquicas, económicas, laborales, familiares y sociales, destacaron.
El punto de acuerdo, presentado en la Gaceta Parlamentaria el 8 de octubre, fue turnado a la Comisión de Salud para su análisis.