El informe de 12 páginas, elaborado por una comisión especial de este centro de estudios encabezada por el expresidente mexicano Ernesto Zedillo (1994-2000) y la exrepresentante de Comercio Exterior de Estados Unidos Carla A. Hills (1989-1993), delinea las prioridades que, a su juicio, deben marcar la agenda bilateral entre Estados Unidos y México.
Cada 12 años coinciden los comicios presidenciales en estos países -en 2012 Barack Obama fue reelegido en Estados Unidos y el priista Enrique Peña Nieto ganó en México-, y el grupo consideró que eso constituye una oportunidad "propicia" para analizar "el estado de sus relaciones" y reflexionar "sobre lo que falta por hacer para hacerlas aún más colaborativas y productivas".
El informe se centra en tres prioridades: fortalecer y profundizar la cooperación económica; trabajar por una inmigración "debidamente regulada" y que garantice los derechos del migrante, y mejorar la respuesta a los problemas a la seguridad que representan el narcotráfico y el crimen organizado.
"Existe en ambos países amplio consenso en cuanto a que estas tres temáticas constituyen el mayor escollo para las relaciones bilaterales actuales y futuras", indicó el documento.
En el ámbito de cooperación económica, el grupo señaló México y Estados Unidos deben trabajar para "potenciar la productividad y competitividad internacional", abrir "oportunidades de crecimiento y creación de empleo a largo plazo y sentar las bases para una mayor integración económica".
Esa cooperación se hace necesaria frente a problemas de la economía mundial como "la persistente crisis europea, la ralentización de China, el estancamiento de Japón y la creciente vulnerabilidad de muchos mercados emergentes".
Por otra parte, el documento señaló que, tras los comicios presidenciales de noviembre pasado en Estados Unidos, una reforma que permita flujos migratorios ordenados se perfila como una meta alcanzable.
Según el análisis, el 10 por ciento de los mexicanos vive en Estados Unidos y conforman, a su vez, más del 10 por ciento de la población de Estados Unidos. El 60 por ciento de los indocumentados en Estados Unidos son de origen mexicano, por lo que la reforma migratoria es un tema central de la agenda bilateral.
"Una reforma migratoria podría multiplicar las ventajas de la inmigración, dado que una política impulsada principalmente por la demanda económica abriría nuevas oportunidades para millones de residentes no autorizados y generaría fuertes ganancias para ambas economías", subrayó el documento.
En el área de seguridad ciudadana, el documento de la comisión recordó que Peña Nieto ha hecho del combate al narcotráfico y el crimen organizado una tarea "urgente y prioritaria", y que el gobierno de Obama considera que, en todo caso, se trata de una responsabilidad compartida.
Por ello, el Diálogo Interamericano consideró que ambos países deben analizar de forma conjunta "la política estadounidense en materia de narcotráfico y armas de fuego, cuestiones que en los últimos tiempos han concitado gran atención".
En la actualidad, varios líderes del Congreso de Estados Unidos promueven medidas para mejorar el control de armas en este país, incluyendo la prohibición de las armas de asalto, algo a lo que se oponen los grupos que defienden la tenencia de armas.
El documento también destacó las áreas en las que gozan de una estrecha cooperación bilateral, incluyendo un intercambio comercial de 500,000 millones de dólares anuales y un apoyo en materia de seguridad que "no tiene precedente histórico".
Desde la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el comercio entre Estados Unidos y México ha crecido en un 500 por ciento, casi al doble que el intercambio con el resto del mundo, tanto que se prevé que en una década México sobrepasará a Canadá como primer socio comercial de Estados Unidos, dijo el documento.