Robles Berlanga explicó que con la Cruzada Nacional Contra el Hambre en la que confluyen 19 dependencias del gobierno federal- se ha avanzado en la construcción de los comedores comunitarios y se modificaron las reglas de operación de Liconsa y Diconsa para que lleguen tanto al ámbito rural como al urbano, para fortalecer la alimentación y nutrición de las familias más vulnerables.
Destacó que como resultado de la vinculación Oportunidades-Diconsa, hoy se tiene como meta beneficiar a 250 mil familias con la tarjeta SINHambre, que les permite intercambiar sus apoyos económicos por 13 productos básicos, los cuales se consultaron con nutriólogos para garantizar una mejor alimentación y nutrición en las zonas rurales.
La secretaria de Estado informó que con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), se trabaja en la producción y comercialización de alimentos, así como en la agricultura familiar, que busca promover los huertos familiares, autoconsumo y generación de ingreso.
Durante el encuentro, el presidente de Un Kilo de Ayuda, José Ignacio Ávalos, presentó su informe como coordinador de la Comisión Temática de Alimentación, Nutrición, Abasto y Comercialización de Alimentos, en el que dio cuenta de la coordinación lograda entre productores, instituciones y organizaciones sociales a favor de los grupos vulnerables.