Desde la semana pasada se detectaron en este país de África Occidental 55 nuevos casos. Los seis millones de habitantes no podrán salir de sus casas hasta pasado el domingo. Durante ese tiempo, miles de enfermeros irán de puerta en puerta para recabar información sobre nuevos casos de enfermedad o de muertes.
La medida se centra sobre todo en la capital, Freetown, y el norte del país, donde la epidemia se ha difundido con especial virulencia, dijo el jefe del centro nacional de ébola, Alfred Palo Conteh.
El gobierno ya había impuesto en septiembre pasado un toque de queda. Las medidas ayudaron entonces a ralentizar la propagación del virus, según se indicó.
Sierra Leona es el país más afectado por la epidemia. Hasta la fecha, se han registrado más de 11,888 casos. Murieron casi 3,800 personas.
En tanto, en Liberia se ha finalizado con éxito la segunda fase de pruebas de dos vacunas, según indicaron hoy los investigadores, que destacan el resultado como un paso encaminado a impedir nuevos brotes de amplio alcance de esta enfermedad letal.
Las pruebas de dos vacunas de Glaxo SmithKline y Merck/NewwLink han sido exitosas en los 600 participantes del estudio, dijo Fatorma Bolay, uno de los principales expertos, codirector de la investigación de la vacuna para el ébola en Liberia.
En ensayo clínico ha sido el primero a gran escala que se realiza de una vacuna experimental. Desde febrero están probando 2.600 dosis en los enfermeros y personal sanitario que trata a pacientes con ébola.
Ahora la prueba se ampliará hasta abarcar a 30,000 personas en todo el país.
Liberia ha sido uno de los países más afectados por el ébola, con 9,602 casos documentados y 4,301 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En total, casi 25,000 personas contrajeron la enfermedad en todo el mundo desde diciembre de 2013 y 10,338 han muerto, según la OMS. (DPA)