El último incidente de este tipo se produjo hoy en la localidad de Zamtsa Lotso Dawa, donde Tsering Tashi, de 31 años, se quemó a lo bonzo cerca de una oficina del gobierno chino y murió poco después.
Tsering tenía 31 años y era padre de dos niños, de 3 y 7 años.
El otro suceso se produjo ayer, cuando Wangdhen Khar se inmoló tras corear consignas independentistas y portar pancartas que pedían el regreso del líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, exiliado en Dharamsala (India).
Wangdhen, de 21 años, estaba casado pero no tenía hijos, según Phayul.
Estos dos últimos casos elevan a 24 las inmolaciones o intentos de inmolación registrados desde comienzos de mes y a 89 en los dos últimos años, según la misma fuente.
La organización Free Tibet ha informado últimamente de que el alto número de este tipo de casos ha elevado la presencia policial en las provincias con población tibetana.
El martes, más de veinte estudiantes tuvieron que ser ingresados tras enfrentarse con agentes policiales durante unas protestas multitudinarias en la provincia de Qinghai, lindante con Gansu.
Los jóvenes, en su mayoría estudiantes de la escuela Sorig Lobling, en el condado de Chabcha, salieron el lunes a la calle en respuesta a la publicación de un libro por parte de las autoridades chinas que criticaba con crudeza las inmolaciones y menospreciaba el lenguaje tibetano, según la fuente.
La situación se ha recrudecido desde que a principios de mes se celebró el XVIII Congreso del Partido Comunista (PCCh), en el que se eligieron los líderes chinos del próximo decenio.
Free Tibet y otras organizaciones en el exilio piden a Pekín que atienda las reivindicaciones de los tibetanos para frenar la ola de inmolaciones, mientras que el régimen comunista acusa al Dalai Lama -a quien la semana pasada se le negó visado de entrada en Taiwán- de alentar estas protestas con fines de políticos.
China considera al Tíbet parte del país desde hace siglos, por uniones dinásticas y conquistas en la época imperial, si bien para los tibetanos en el exilio el "Techo del Mundo" era virtualmente independiente hasta que fue ocupado por el Ejército comunista a principios de la década de los 50 del siglo pasado.