En rueda de prensa, al término de la ceremonia con motivo del 60 Aniversario de la Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura (CCAYAC), reiteró que quedó confirmado que fueron las condiciones en las que se encontraban los neonatos las que determinaron su fallecimiento.
Explicó que tras un exhaustivo análisis de las condiciones del hospital y dos verificaciones, tanto a la UNCIN como al Hospital General de Los Mochis, se detectaron algunos detalles, por lo que ya se hicieron recomendaciones para garantizar una mejor atención.
Refirió que, por lo general, a las unidades de cuidados intensivos como ésta llegan infantes en condiciones delicadas y les acompañan elementos de riesgo, que inevitablemente pueden derivar en la muerte.
El funcionario expuso que sólo uno de los menores fallecidos fue resultado de un embarazo de 36 semanas, mientras que los demás fueron de menos de 30, además de que está el factor peso, en donde los ocho registraron menos de dos kilogramos, lo que en sí ya es un elemento de alto riesgo.
En ese sentido, detalló que seis de los pequeños presentaban un peso menor al kilo 500 gramos, e incluso se tuvo el hecho particular de un neonato de 750 gramos de peso. Además, resaltó, se tuvieron casos de malformaciones genéticas e infecciones adquiridas fuera del hospital y sólo en uno se detectó infección nosocomial, pero no fue la causante del deceso.
Por todos estos elementos, la unidad de cuidados intensivos está siendo sometida a un proceso de remodelación y se trabaja para fortalecerla con más personal, abasto suficiente y capacitación de mayor precisión.
Por su parte, el titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Julio Sánchez y Tépoz, reveló que más allá de los fallecimientos registrados entre el 13 y 22 de julio, no se han vuelto a presentar otros.
Explicó que de los niños fallecidos, el 50 por ciento murieron a causa de una prematurez extrema, lo que les generó dificultades pulmonares; en tanto que el resto, tuvieron elementos de infección, pero tres la adquirieron fuera del hospital.
Precisó que dos de los menores la obtuvieron in útero y sólo uno en el nosocomio, pero no fue la causante de la muerte del infante, sino la condición de salud que ya presentaba. Insistió en que queda completamente descartado que haya sido una bacteria la causante del fallecimiento de los neonatos.
En cuanto a la infección nosocomial detectada en uno de los menores, Narro Robles explicó que en todos los hospitales existe el riesgo de este tipo de infecciones, principalmente por una bacteria llamada “Klebsiella”.
Ante ello, como en los casos en que se llega a detectar este problema, se refuerzan las medidas de seguridad y la capacitación, para garantizar que se erradique por completo y evitar que se presenten mayores riesgos.