La formación gobernante preparó para este jueves un acto en el que prevé un discurso del mandatario para valorar los logros conseguidos por el partido en sus seis años de actual gobierno y los de sus años como dirigente opositor (2000-2004).
El 35 Congreso Federal del PSOE votó el 22 de julio de 2000 la elección de un nuevo secretario general (cargo de mayor rango en la formación), luego de que en marzo de ese año perdiera las elecciones generales.
La derrota del candidato socialista Joaquín Almunia ante José María Aznar, que en esas elecciones logró mayoría absoluta para el conservador Partido Popular (PP), sumió al PSOE en una fuerte crisis interna que le obligó a buscar una nueva dirigencia.
Como aspirantes a la nueva dirigencia se presentaron el entonces presidente de la comunidad de Castilla La Mancha, José Bono, considerado el más fuerte para lograr el cargo; la eurodiputada Rosa Díez, la diputada Matilde Fernández, y Rodríguez Zapatero.
En esa cita, realizada en el Palacio de Congresos de Madrid, el actual mandatario se presentó siendo el más desconocido para los medios y para muchos militantes socialistas, y presentó el proyecto “Nueva Vía”.
Contra todo pronóstico, Rodríguez Zapatero obtuvo 414 votos, nueve más que José Bono, con lo que se inauguró lo que el propio mandatario define como “el cambio tranquilo”, mientras en los medios se le identifica como “el periodo del nuevo talante”.
“Creo en un nuevo estilo y talante político. Creo en el diálogo y la tolerancia”, manifestó en su discurso en el que anunció un nuevo tiempo de modernidad y renovación.
Con la llegada de Rodríguez Zapatero se cerraba el ciclo que desde finales de los 70´s dirigía el partido en manos del ex presidente Felipe González y su ex vicepresidente Alfonso Guerra.
En su lugar, el proyecto “Nueva Vía” presentó rostros que hoy son protagonistas de la vida política española, como José Blanco, actual ministro de Fomento; Trinidad Jiménez, hoy ministra de Sanidad; Jesús Caldera, actual dirigente de la “think thank” socialista Fundación Ideas, entre otros.
En sus primeros cuatro años al frente del PSOE, Rodríguez Zapatero impulsó lo que él denominó como “oposición constructiva” frente al gobierno de Aznar, y consiguió firmar los pactos de Estado contra el terrorismo y uno sobre justicia.
Una tercera propuesta sobre pacto de Estado sobre inmigración no fue aceptada por Aznar, con el que vinieron las serias diferencias por la participación española en la Guerra de Irak y la gestión de la crisis por el hundimiento del buque “Prestige”.
Las elecciones de marzo de 2004 le dieron el triunfo sobre el abanderado del PP, Mariano Rajoy, y al presentar su nuevo gobierno destacó el inicio de un periodo de “nuevo y mejor talante” basado en un amplio proyecto social.
Las principales medidas han sido sobre la legalización de los matrimonios entre homosexuales, la Ley de Dependencia, mayores competencias a las comunidades autónomas y la búsqueda de mejores relaciones exteriores, todo ello no exento de polémica en el debate político interno.
Uno de los episodios de mayor intensidad de su gobierno fue la negociación y tregua con la organización separatista Patria Vasca y Libertad (ETA) entre marzo de 2006 y junio de 2007, que fracasó por la negativa de los etarras a dejar de cometer atentados.
En el décimo aniversario de su dirigencia socialista, Rodríguez Zapatero atraviesa los niveles más bajos de popularidad, debido a la gestión de la crisis económica que ha elevado el nivel de desempleo en cuatro millones de desempleados.
