El encuentro, al que por primera vez acude el rey Felipe VI como monarca, viene además marcado por la política interna para el anfitrión, el presidente Enrique Peña Nieto, golpeado por la desaparición y presunta muerte de 43 estudiantes en Guerrero. La identificación de los restos de uno de ellos en un laboratorio de Austria ha reavivado más las llamas en este caso.
Solo la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y la de Brasil, Dilma Rousseff, anunciaron oficialmente que no viajan a México a un encuentro al que están convocados al más alto nivel los 19 países de América Latina junto a España, Portugal y Andorra.
Pero es probable que a ellas se unan tres mandatarios del eje izquierdista latinoamericano: el boliviano Evo Morales, el venezonalo Nicolás Maduro y el nicaragüense Daniel Ortega.
"¿Quiénes fundaron la Cumbre de jefes de Estado de Iberoamérica? Latinoamericanos y algunos países europeos, pero especialmente monarcas de España, de Europa, para sus propios intereses", dijo el domingo el presidente Morales en La Paz.
"Si algunos países necesitan las monarquías, será monarquía para su país. Esa monarquía no es para Latinoamérica, no es para Bolivia", manifestó el mandatario.
La presencia o falta del cubano Raúl Castro en Veracruz, entretanto, se mantiene aún en incógnita. Desde el año 2000, cuando su hermano Fidel denunció un complot para martarlo en la de Panamá, la isla no ha vuelto a estar representada a nivel presidencial en ninguna de estas cumbres.
La reunión de Veracruz aborda la cultura, la educación y la innovación como ejes centrales y, más allá de la previsión de que ponga en marcha un plan de movilidad académica iberoamericano parecido al Erasmus en Europa, se espera que sirva como relanzamiento de unas cumbres a las que cada vez les resulta más difícil competir con foros como Unasur o la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
En 2013 faltó más de la mitad de los mandatarios en Panamá. Y eso que aquella cumbre estaba llamada a ser la de la renovación. Allí se acordó, entre otras medidas, que a partir del encuentro de Veracurz, la periodicidad pase a ser bienal en lugar de anual. La próxima cita será en 2016 en Colombia.
La cumbre de Veracruz es el cierre de una etapa y el inicio de otra en estos encuentros regionales que comenzaron en 1991 en Guadalajara (México).
En la ciudad, situada a unos 400 kilómetros de la Ciudad de México, no solo se estrena el rey Felipe. Lo hace también la costarricense Rebeca Grynspan como secretaria general iberoamericana.
Antes de la inauguración de la cumbre por la tarde (local), los ministros de Relaciones Exteriores se reunirán para terminar de elaborar los documentos que serán sometidos a la aprobación de los líderes. (DPA)