"Muestra que cuando hay voluntad, hay un camino", indicó Barroso en un mensaje televisado hoy por EbS, la cadena de la CE, en referencia a las trece horas de negociaciones de los ministros comunitarios de Comercio en Luxemburgo para llegar a un acuerdo.
El jefe del Ejecutivo comunitario recordó que la UE y Estados Unidos ya son, mutuamente, sus mayores socios comerciales y de inversiones, y subrayó que reforzar esa relación "traerá más empleos, más crecimiento" a ambas partes.
Calculó los beneficios económicos para la UE en unos 120,000 millones de euros anuales y unos 545 euros de media por hogar europeo "casi gratuitamente".
"Esto lo convierte en el paquete de estímulo económico más barato que se pueda imaginar", declaró.
Barroso admitió no obstante que "cada uno llega a estas negociaciones con nuestras propias prioridades e intereses", pero se mostró convencido de que, si ambas partes "muestran voluntad política, podemos llegar a un acuerdo que respete completamente nuestras sensibilidades".
"Más allá de los beneficios económicos, también está en juego nuestro lugar en el mundo", dijo, y aseguró que la CE trabajará con rapidez para concluir el pacto sin descuidar su sustancia.
El presidente de la Comisión de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, el socialista portugués Vital Moreira, celebró la adopción del mandato y garantizó que la Eurocámara "vigilará de cerca todo el proceso", que pidió que sea "lo más transparente posible".
El grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo advirtió en un comunicado de que, con ese acuerdo, Europa se dirige "hacia una OTAN de la economía".
El eurodiputado "verde" Yannick Jadot, vicepresidente de la Comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara, denunció la "renuncia" de los dirigentes europeos a "defender un modelo económico, industrial, social y ecológico europeo".
Señaló que la acordada exclusión del sector audiovisual cultural de las negociaciones, "aunque en términos ambiguos" (podrá incluirse más adelante si los países dan su consentimiento), es un "bonito árbol que no debe ocultar el bosque de renuncias de los Estados miembros sobre multitud de elecciones de la sociedad y la absoluta necesidad de transparencia" en la negociación.
El eurodiputado criticó que en el acuerdo vayan a negociarse temas como los servicios públicos, los organismos genéticamente modificados, las indicaciones geográficas o las normas medioambientales y sanitarias.
Por último, la Business Software Alliance (BSA), la principal asociación mundial del sector, que representa a más de cien empresas, pidió en un comunicado garantizar que el acuerdo cubra una amplia gama de servicios, incluidas las "nuevas tecnologías aún no desarrolladas".
Además, instó a que rechace cualquier requisito de localización que podría perjudicar nuevos servicios digitales como la computación en nube; a abrir los flujos de datos entre países, lo que a su juicio incrementará el comercio de productos y servicios digitales, y a fortalecer la protección de la propiedad intelectual.