Fósiles de más de 500 millones de años y en un extraordinario estado de conservación han permitido revelar detalles desconocidos de los trilobites, gracias a unos ejemplares encontrados en Marruecos donde, como si de Pompeya se tratara, fueron enterrados súbitamente por la lava.
Los trilobites mejor conservados surgieron de las cenizas, como si fuera Pompeya
