Una pista para practicar deporte, un recorrido cultural en barco, una terraza veraniega para disfrutar del aperitivo y hasta un lugar para vivir: el Tíber es para Roma mucho más que un río que ha permitido que florezcan civilizaciones y se ha convertido en su barrio más singular.
El Tíber, el barrio más singular de Roma y su primer monumento
