Como si del Muro de Berlín se tratara, la Ciudad de México ha quedado dividida entre el este y el oeste tras las elecciones del 6 de junio: mientras que un lado de la ciudad se mantiene fiel al oficialismo, el otro se decantó por la oposición.
Como si del Muro de Berlín se tratara, la Ciudad de México ha quedado dividida entre el este y el oeste tras las elecciones del 6 de junio: mientras que un lado de la ciudad se mantiene fiel al oficialismo, el otro se decantó por la oposición.