Cuando el juego no fluye lo mejor es tener contundencia y de esa le sobra a Francia, que en su camino para renovar el título de campeona tiró de la dinamita de sus delanteros, esta vez Olivier Giroud y Kylian Mbappé, que firmó su segundo doblete en el Mundial, para acabar con la resistencia polaca y avanzar a cuartos de final.