En 2016, el Museo del Prado recibía la sorpresa de que una ciudadana de a pie, Carmen Sánchez, profesora y amante del arte, le legaba todos sus bienes para comprar cuadros. Quince adquisiciones son el resultado de aquella inesperada generosidad, todas las obras cubren lagunas históricas y además suman dos nuevas mujeres artistas a su nómina.
Más mujeres en el Prado gracias a la última lección de una generosa maestra
