Kuki Miler, editora de Quino desde hace cinco décadas y amiga íntima de él y su esposa, aún no ha podido hacer el duelo por la muerte del papá de Mafalda. Ha sido tal el "boom" de pedidos de ejemplares de la obra del "más humilde y modesto autor", como ella lo define, que parar no es una opción: "No voy a permitir que sus libros falten un solo día, ese es mi legado".