El 1 de febrero el Ejercito birmano ejecutó un golpe de Estado y derrocó al Gobierno democrático de Aung San Suu Kyi. Cien días después los militares siguen sin controlar un país sumergido en huelgas, protestas, enfrentamientos con las guerrillas y el aislamiento internacional.
Lo militares no consiguen controlar Birmania 100 días después del golpe
