Nacido en la Ucrania soviética hace casi 97 años, Abrasha Rotenberg relata, vital y resiliente, una vida de película. Emigrado de niño a Argentina, gran parte de su familia fue asesinada en la II Guerra Mundial, vivió en el fascinante Israel de mediados de siglo y, en la dictadura argentina, se vio obligado a huir a España, país que adora a sus hijos: Ariel y Cecilia Roth.