A Alejandro González Iñárritu ya no le interesa la realidad y por eso en "Bardo", presentada este jueves en la competición oficial de la Mostra de Venecia, construye un juego desafiante para el espectador, una "reinterpretación emocional" de la memoria, en su trabajo más personal.
Iñárritu deslumbra en Venecia con su reinterpretación emocional de la memoria
