Refiere que “pasando el libramiento llegas al anillo inferior de la ciudad para encontrar una realidad que lastima: casas de cartón o madera en donde es frecuente el uso de letrinas, pues no hay drenaje. Además, los manantiales de la zona están contaminados porque los mismos pobladores lavan ahí sus ropas; realmente viven en un cinturón de miseria”.
Iván explicó que la idea de utilizar la técnica del blanco y negro, las luces y las sombras, las escalas de grises en su fotografía fue para imprimir un mayor dramatismo a la escena.
“El estado de Michoacán ofrece mucho material para tomar imágenes impactantes de todo tipo, desde el crimen organizado hasta los diferentes problemas sociales; también puedes acercarte a la zona purépecha y aprovechar la belleza del sitio o, simplemente, retratar gastronomía”, añadió.
Participar en el concurso fotográfico fue para él un medio para que las personas, tanto de Michoacán como del resto del estado, volteen a ver lo que sucede en Michoacán.
Con su experiencia de ser reportero gráfico desde hace 10 años, Iván considera que el concurso fue una gran oportunidad para dar a conocer la otra cara de la ciudad en donde las oportunidades de vida y trabajo no son iguales para todos pues, aún en el mismo estado, hay situaciones extremas.