El hallazgo ocurrió en la misma zona en la que se detectó el virus en 2012 y forma parte de las acciones de vigilancia epidemiológica activa que se lleva a cabo para liberar al país de IA de Alta Patogenicidad H7N3.
Se trata de aves de larga vida, vacunadas contra el virus de influenza aviar H7N3, que no presentan signología, ni mortalidad, por lo cual el virus se detectó por medio de pruebas de laboratorio, realizadas por los técnicos del Senasica.
De inmediato se instaló la cuarentena correspondiente y se aplicaron las medidas sanitarias indicadas, por lo que se procedió a la despoblación, limpieza y desinfección, vacío sanitario y centinelización de la granja.