Panamá condena el ataque a un casino en Monterrey que dejó más de 50 muertos

El gobierno panameño lamentó y condenó enérgicamente hoy el ataque a un casino en la ciudad de Monterrey perpetrado el jueves por presuntos sicarios y en el que murieron más de 50 personas.

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Policías prestan guardia el pasado 25 de agosto de 2011, tras el ataque con una granada contra el Casino Royal en Monterrey, Nuevo León, México.

El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, manifestó la profunda solidaridad del pueblo y del gobierno panameño con México ante este acto y extendió sus condolencias a los familiares de las víctimas, señala un comunicado de la Presidencia.

Asimismo, Martinelli invitó a los países mesoamericanos a redoblar, mediante un frente común, sus esfuerzos conjuntos de lucha contra el crimen organizado.

Al menos 53 personas murieron el jueves dentro de un casino de Monterrey incendiado por presuntos sicarios.

Rodrigo Medina, gobernador del estado de Nuevo León (cuya capital es Monterrey), advirtió de que la cifra de víctimas puede aumentar, ya que en el lugar habría entre 15 y 20 cuerpos más.

El casino siniestrado, que abrió hace tres años y medio, tiene dos plantas. En el primer piso hay un bingo con capacidad para 250 personas, máquinas tragamonedas, ruletas y apuestas deportivas y en la segunda planta tiene mesas de póquer.

El gobierno federal mexicano calificó este ataque como "un acto de terror y de barbarie" y aseguró que atrapará y castigará a los responsables.