"Aventaron botellas de agua, gasolina y comenzaron a insultar. Por los insultos no hay tanto problema, pero ya las agresiones físicas no son correctas", dijo el tenista Fabián Contreras.
A pesar de las protestas, los portadores continuaron el recorrido con una antorcha de respuesto y llegaron al estadio Heriberto Jara, donde el atleta Rafael Ochoa encendió el pebetero.
Los manifestantes exigían justicia por los 43 estudiantes desaparecidos y presuntamente asesinados en Iguala, en el sureño estado de Guerrero. Los estudiantes, miembros de una escuela rural para maestros, desaparecieron el 26 de septiembre después de ser detenidos por policías municipales y entregados al cártel Guerreros Unidos. Además, hubo seis muertos y 25 heridos.
Restos calcinados hallados en un basurero y en un río cerca del lugar donde desaparecieron los jóvenes han sido enviados a Austria para su análisis. Según detenidos, en ese sitio los estudiantes fueron asesinados y calcinados. Sin embargo, esto no ha sido confirmado aún con pruebas de ADN.
El fuego centroamericano continuará mañana su recorrido al puerto de Veracruz, donde el jueves comenzará la justa a la que asistirán unos 6.000 deportistas de 31 países. (DPA)