A través de una carta abierta, la legisladora, como católica, le manifestó al prelado su preocupación sobre su incongruencia con el Evangelio y la tradición católica, pues sus comentarios contravienen la normatividad interna.
Le recordó, al respecto, que el Canon 1395 del Derecho Canónico califica como delito grave la pederastia y el Canon 1323 establece atenuantes para quienes abortan, como el ser menor de 16 años, hacerlo por necesidad o evitar un grave daño.
La carta inicia con la referencia a que Martínez Casillas declaró hace unos días que "cuando un niño es abusado sexualmente se muere su futuro; sin embargo, este hecho no tiene comparación con el aborto, porque este es un asesinato...Entonces, cualitativamente es mucho más grave el aborto, pero cuantitativamente las dos cosas hacen mucho daño y merecen castigo”.
Al respecto –escribió Mícher Camarena- “me permito expresarle con todo respeto que su apreciación contiene una carga subjetiva y carece de fundamento que justifique la veracidad de su dicho. Sólo pone en evidencia que, desafortunadamente para quienes profesan la religión católica, algunos de sus representantes, como usted, lamentablemente justifican la pederastia”.
Le señaló que este grave delito afecta y ha afectado el libre desarrollo de la personalidad, la libertad y el normal desarrollo psicosexual y la salud mental de miles de niñas, niños y adolecentes en el mundo entero, especialmente en nuestro país, donde las víctimas siguen esperando justicia y los criminales no han sido detenidos, juzgados ni sentenciados.
Refirió que el recién nombrado Papa Francisco señaló que se debe actuar firmemente en lo que respecta a los casos de abuso sexual; promover, sobre todo, medidas para proteger a los menores; ayudar a quienes han sufrido ese tipo de violencia en el pasado e instrumentar los procedimientos necesarios contra quienes son culpables.
Además –continuó la diputada- la Iglesia Católica ha reconocido que los actos de pederastia cometidos por sacerdotes han debilitado la fe de sus creyentes.
Desde la década de los noventa se evidenció, en distintas partes del mundo, que cientos de clérigos llevaban años abusando de niñas y niños, y fueron protegidos por una parte de la alta jerarquía católica, que en lugar de castigarlos, sencillamente fueron trasladados a otras parroquias donde continuaron cometiendo los mismos crímenes.
“Señor Arzobispo: su declaración me preocupa como católica porque muestra lamentablemente una clara incongruencia con el Evangelio y la tradición católica, porque este tipo de comentarios contravienen lo establecido en su normatividad interna. En el Derecho Canónico en el canon 1395 se califica como delito grave la pederastia”, precisó la diputada.
Añadió que en el caso del aborto, el propio Derecho Canónico establece atenuantes para las mujeres que abortan: cuando la mujer es menor de 16 años (canon 1323, inciso 1º), si lo hizo por necesidad (canon 1323, inciso 4º) o si actuó para evitar un grave daño (canon 1323, inciso 4º).
Por lo anterior, manifestó que la declaración del Arzobispo entraña una falta de caridad y misericordia para comprender las circunstancias que llevan a las mujeres a interrumpir el embarazo. Esta situación ha contribuido a la estigmatización y rechazo social hacia las mujeres.
Las normas de la Iglesia Católica –afirmó- establecen la no aplicación de la pena de excomunión inmediata a las mujeres que abortan en determinadas circunstancias y reconocen el ejercicio de la libertad de conciencia de las mujeres. Apuntó que las mujeres que se enfrentan un embarazo que no buscaron y que no desean, reflexionan acerca de los pros y contras de traer al mundo a una criatura y toman su decisión siguiendo los dictados de su conciencia.
“No se puede comparar el aborto con la pederastia. La pederastia no puede ser minimizada y las víctimas deben acceder a la justicia, y los sacerdotes que hayan cometido este crimen, deben ser sancionados. Las mujeres no deben seguir siendo criminalizadas, utilizando un discurso que no se ajusta a lo establecido en el Derecho Canónico ni en el derecho penal nacional”.
En torno respetuoso, le pidió al Arzobispo reflexionar sobre sus declaraciones y lo expuesto en la carta.