"En el caso de Estados Unidos es triste: casi 140,000 víctimas. Es una locura que el presidente de este país no le hable a las personas para usar mascarillas. Es muy triste, pero la historia va a hablar por sí sola", aseveró el artista, de 48 años, en entrevista al diario O Globo de Río de Janeiro.
La estrella pop lamentó la situación por la que pasan Estados Unidos y Brasil, los países más afectados por la COVID-19.
Con 3.3 millones de casos confirmados y más de 135,000 muertes, Estados Unidos es el país del mundo con mayor número de infectados y víctimas por COVID-19, seguido de Brasil con casi 1.9 millones de contagios y más de 72,000 decesos.
"Es falta de liderazgo. Así de simple. Si tuviéramos líderes que hablaran la verdad no estaríamos aquí ahora", completó el cantante en una entrevista concedida desde su casa y en la que respondió en portugués, según el matutino carioca.
El confinamiento durante la pandemia, al lado de su pareja, el artista plástico sirio-sueco Jwan Yosef y de sus cuatro hijos, "no ha sido tan difícil como pensé y me siento privilegiado", apuntó el puertorriqueño, quien reconoció que para otras personas "ha sido terrible y no es fácil" y por eso les deseó "mucho amor".
Este tiempo ha servido para que Ricky Martin se dedique a la familia pero también a la música, un trabajo que también ha realizado conjuntamente con algunos de sus amigos, como el británico Sting, quien participó cantando en español en su reciente disco romántico "Lado A".
Este trabajo discográfico es la primera parte del álbum "Pausa", que en septiembre añadirá "Play", con ritmos más movidos.
"¿Estás sintiendo lo mismo que yo? Sí, estoy loco -me respondió- y ahí le dije: vamos a hacer música porque es un remedio que está siempre con nosotros, entonces vamos a trabajar", contó el artista sobre su aproximación artística con Sting.
Trabajar también al lado de nuevos artistas, como el colombiano Maluma o su compatriota Bad Bunny es para Ricky Martin "una relación de respeto".
"Es lindo ver una generación de artistas talentosos que viene a mí porque tomé decisiones acertadas en mi carrera. Un orgullo. Comparto con ellos mis historias y espero que sean provechosas para ellos", opinó.
De acuerdo con el artista, el llamado "boom" del reguetón no sepulta el pop y puso como ejemplo el movimiento "diferente" de la cubana Gloria Estefan en los años ochenta y de él mismo en la década del noventa, que en ningún momento deterioraron ese género.
"Cada década tiene un movimiento fuerte de la música latina y disfruto de lo que está sucediendo culturalmente con la música', señaló el astro del pop, para quien es "muy importante" en sus videoclips "presentar la vida" con todos sus colores.
"La vida tiene hombres, mujeres, gays, blancos, negros, asiáticos... Intento crear algo como 'United colours of Benetton', ¿sabes? Porque tiene que ser así y no puede haber otra forma de hacer videoclips", destacó.
BRASIL
Casi una década ausente de los escenarios brasileños, después de su última presentación en 2011, Ricky Martin manifestó su deseo de volver a un país en el que él solía pasar varias temporadas cuando integraba el grupo adolescente Menudo y por eso su portugués es fluido.
"Espero volver luego. Viví mucho tiempo en Australia y Europa y luego me dediqué a otras cosas como la actuación y a mis hijos, pero es mucho tiempo sin ir a Brasil y eso no me gusta", resaltó el artista, quien se declaró admirador de sus colegas Anitta y Pabllo Vittar, la primera cantante "drag queen" nominada al Latin Grammy.
"Soy obsesionado por Anitta. Es maravillosa. ¿Y sabes quién me gusta mucho? ¡Pabllo Vittar! Me gustaría trabajar con ellas si pudiese ya en 'Play'. Siempre dije que si tengo al lado a un brasileño el show va a ser muy bueno porque saben hacer fiesta", apuntó.