En el Coliseo lisboeta, Madonna también lanzó un alegato en defensa de los derechos del colectivo LGTBI y de los inmigrantes, y se despidió, tras dos horas y media de música, con el grito "el pueblo al poder".
En su segundo concierto de los ocho que ofrecerá en Lisboa hasta el próximo 23 de enero, Madonna hizo un guiño a "su segunda casa" con la interpretación de un fado.
Su último trabajo está muy influenciado por Lisboa, donde residió entre 2017 y septiembre de 2019 tras el fichaje de uno de sus hijos por uno de los equipos de fútbol base del Benfica.
La gira de la cantante, de 61 años de edad, también la llevará por Londres y París, entre otros escenarios, y concluirá a finales de marzo.