"El mejor lugar de la experiencia es definitivamente el mundo al revés. Si aún no has pasado por el mundo al revés, adonde llegas a través de una grieta, es bastante impresionante, sobre todo con los efectos especiales y la tecnología que usan", cuenta a Efe el director general de la visita George Anthony Agbuya.
UN CAPÍTULO CON LOS VISITANTES COMO PROTAGONISTAS
Montada en una nave industrial de los antiguos astilleros de Nueva York, en el distrito de Brooklyn, la experiencia reconstruye la entrada y el interior del infame "Laboratorio Nacional", donde un cartel da la bienvenida a la ficticia localidad de Hawkins, "el mejor pueblo pequeño de Estados Unidos", donde trascurre la trama de la serie, ambientada en la década de los años ochenta del siglo pasado.
Los visitantes deben dejarse llevar por el supuesto personal de este laboratorio, donde en la serie se investigan los poderes supernaturales de ciertos niños, como "Eleven".
En una experiencia envolvente, los participantes pueden dejarse llevar o no por la trama que les va conduciendo de sala en sala del laboratorio dirigidos por el villano doctor Martin Brenner, por un lado, por los niños protagonistas de la serie, por el otro, que se dirigen al público a través de rejillas, cristales o pantallas de televisión de un supuesto circuito cerrado.
En la pequeña aventura de media hora, donde los laboratorios investigan el potencial mental del visitante, tiene también un peso especial el espeluznante demogorgon, la criatura humanoide cuya cabeza se abre como una planta carnívora dentada y que desde el universo paralelo donde reina amenaza con destruir el mundo.
"Me ha gustado mucho, honestamente ha estado muy bien la interacción y toda la tecnología" dice a Efe Kelsey, una joven de 21 años que se declara fan de la serie y sobre todo del personaje "Eleven", la heroína con poderes sobrenaturales.
"Lo que realmente me ha gustado es atravesar el portal del mundo al revés y ver los árboles, ha estado realmente muy bien", zanjó.
UN FINAL FELIZ CON COMIDA, BEBIDA Y "MERCHANDISING"
Tras derrotar y clausurar la realidad paralela que amenaza con devorar el mundo real de la serie, la visita interactiva conduce a una plaza donde se levanta la mítica heladería "Scoops Ahoy" en la que trabajan los personajes Steve Harrington y Robin Buckley y los camareros siempre atienden disfrazados de marineros.
El lugar, diseñado para los visitantes de foto fácil, ofrece además retazos del decorado de la habitación de Jonathan, donde su madre dibujó un abecedario con bombillas para poder comunicarse con él cuando fue tragado por la realidad paralela.
Pero también hay una cabina de teléfonos, antiguas máquinas de juegos recreativos como los que abundan en el "Palace Arcade", radiocassetes y todo tipo de objetos y comida que recuerdan a los años ochenta.
Por supuesto, no faltan las camisetas de diseño retro con los personajes o el título de la serie, peluches del demogorgon o el disco de vinilo con la banda sonora de Hawkins.
Y como no, un bar de copas llamado "The Upside", donde quien lo desee puede pasar el mal trago de haber visitado el mundo al revés tomando cócteles alcohólicos -a 16 dólares cada uno-, con nombres que no decepcionan a los más fanáticos como el "Demogorgon" o el "Upside Down"
UNA FUGAZ INSTANTÁNEA DE LA CUARTA TEMPORADA
El próximo 27 de mayo arrancará la cuarta y última temporada de la serie, que irá precedida de un estreno mundial el día 21 en Nueva York, y la experiencia interactiva ha querido mostrar algunos destellos de los escenarios que aparecerán en los nuevos capítulos.
"La cuarta temporada llegará a finales de este mes, y si echas un vistazo dentro del área tenemos algunas cositas que anunciar. Tenemos el club "Hellfire" (Fuego del infierno), el puesto de pizza "The surfer boy" y también la pista de patinaje "Rink-o-mania, que son nuevos elementos de la cuarta temporada", aseguró Agbuya, que no quiso dar más detalles.
El precio de la experiencia inmersiva, que estará abierta en Nueva York hasta el 31 de julio y que viajará también a San Francisco y Londres, comienza en los 54 dólares por persona.