La empresa, con sede en Benton Harbor (Michigan), justificó el recorte de su plantilla en el marco de un "agresivo" plan con el que espera lograr una reducción "sustancial" de sus costos operativos en medio del actual periodo de "incertidumbre" económica.
Buena parte de los despidos se materializarán a mediados del próximo año, cuando cierre una planta en Fort Smith (Arkansas) que dejará sin empleo a 1.200 personas, y anunció también que trasladara la producción de neveras desde Alemania a Polonia en enero.
Con estas medidas el fabricante espera ahorrarse en costos operativos unos 400 millones de dólares anuales para finales de 2013, y sumado al anunciado aumento de los precios, espera acelerar el crecimiento del margen de beneficio a comienzos de 2012.
Whirlpool hizo el anuncio al presentar sus cuentas trimestrales, en las que informó de que entre julio y septiembre ganó 177 millones de dólares (2,27 dólares por acción), frente a los 79 millones de dólares del mismo periodo del ejercicio anterior.
En el tercer trimestre, el fabricante de electrodomésticos facturó 4.625 millones de dólares, el 2,34 % más que en el mismo periodo del año anterior, aunque rebajó sus previsiones de crecimiento para el conjunto de 2011 a un rango de entre 4,75 y 5,25 dólares por título.
Por zonas geográficas, las ventas en EEUU se situaron en el tercer trimestre en 2.400 millones de dólares, el 2 % menos que el año anterior, mientras que Europa, Oriente Medio y África fueron de 874 millones de dólares, el 6 % más.
En el caso de América Latina, Whirlpool anunció que entre julio y septiembre facturó 1.200 millones de dólares, un incremento del 8 % respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, y en el mercado asiático ingresó 215 millones, el 10 % más.
Los resultados presentados no convencieron a los inversores y sus acciones se desplomaban el 13,49 % en la Bolsa de Nueva York, menos de dos horas para el cierre de los mercados, donde acumula un fuerte retroceso del 41 % desde que comenzó el año.