Wall Street cierra otra semana teñida de rojo por temor a la recesión

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Wall Street continuó hoy sin levantar cabeza y por cuarta semana consecutiva volvió a cerrar teñida de rojo, tras dejarse arrastrar por los temores ante una posible recaída de la economía mundial y la incertidumbre sobre la salud del sistema bancario europeo.

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Wall Street.

El Dow Jones de Industriales terminó la sesión con un retroceso del 1.57 por ciento, que sumado a la fuerte caída del día anterior en la que perdió la barrera psicológica de los 11.000 puntos llevó al índice de referencia de la principal plaza financiera mundial a acumular pérdidas semanales del 4.01 por ciento.

Peor parados salieron los otros dos índices de referencia del parqué neoyorquino: el selectivo S&P 500 se dejó hoy el 1.50 por ciento y cerró la semana con un descenso del 4.69 por ciento, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq perdió el 1.62 por ciento y cerró una semana para olvidar con una fuerte caída del 6.62 por ciento.

Con los retrocesos de las últimas semanas, marcadas entre otras cosas por la histórica rebaja de la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos por parte de Standard & Poor's, el Dow Jones acumula ya un descenso del 14.06 por ciento en el último mes, mientras que el Nasdaq se deja el 17.15 por ciento y el selectivo S&P 500 pierde el 15.32 por ciento.

Esas cifras son una muestra del pesimismo en el que viven sumidos este agosto los inversores, algo que el viernes volvió a hacer mella en Wall Street, tras conocerse que JP Morgan rebajó al 1 por ciento sus previsiones de crecimiento de Estados Unidos para el cuarto trimestre de 2011, desde el 2.5 por ciento inicial, y recortó hasta el 0.5 por ciento sus cálculos para el primer trimestre de 2012, que en principio eran del 1.5 por ciento.

Un día antes, los operadores ya se habían llevado un jarro de agua fría cuando Morgan Stanley rebajó sus previsiones de crecimiento de la economía mundial para este año y el próximo en un punto porcentual, a lo que se sumó un cóctel de datos macroeconómicos por debajo de lo esperado en Estados Unidos.

Ante la ausencia de datos macroeconómicos de relevancia que pudieran animar la sesión, las dudas sobre la evolución de la economía en Estados Unidos y la incertidumbre sobre el sistema bancario en el Viejo Continente volvieron a apoderarse de los inversores en un día en que la volatilidad se apoderó una vez más de Wall Street.

Sus indicadores oscilaron entre el terreno positivo y negativo durante la jornada, lo que ayudó a que las bolsas europeas frenaran la tendencia bajista en la sesión de tarde: Fráncfort cayó un 2.19 por ciento, Madrid perdió un 2.11 por ciento, París cedió un 1.92 por ciento, Londres bajó un 1.01 por ciento y Milán lo hizo un 2.46 por ciento.

El gran protagonista de la sesión en Nueva York fue Hewlett-Packard, que se desplomó el 20 por ciento un día después de confirmar que está estudiando desprenderse de su negocio de computadores para buscar horizontes más rentables en el terreno de los servicios de software, y tras admitir una nueva rebaja de sus previsiones de crecimiento para el conjunto del año.

De esta forma, HP arrastró al sector tecnológico en el parqué neoyorquino, que encabezó las pérdidas de la jornada y se dejó en su conjunto el 2.03 por ciento, por delante de las energéticas, que perdieron el 0.65 por ciento, y las financieras, que terminaron el día con un retroceso del 1.60 por ciento.

La sangría en las tecnológicas arrastró a varios componentes del Dow Jones, como IBM (-3.84 por ciento), Intel (-2.93 por ciento) y Microsoft (-2.51 por ciento), mientras que fuera de ese índice Apple perdía el 2.74 por ciento y Google se dejaba el 2.77 por ciento, entre otras.

Ante una nueva estampida de los mercados de valores y el petróleo, los inversores optaron una vez más por buscar refugio en valores considerados más seguros como el oro, que cerró la semana con cuatro récords consecutivos en 1,852.2 dólares la onza, mientras que el billete verde se depreció frente al euro y el yen.

Así, tras una semana plagada de números rojos, los analistas encaran ahora la próxima semana con la vista puesta en la reunión de la Reserva Federal estadounidense (Fed) en Jackson Hole (Wyoming) y a la posibilidad de que el banco central estadounidense acometa una tercera ronda de compra de deuda para aumentar la oferta de dinero.