Cerca de 17,000 empleados han optado por acogerse a jubilaciones anticipadas o excedencias pagadas, informó la compañía este lunes internamente.
Unas 4,400 personas decidieron acogerse a prejubilaciones o salidas incentivadas, mientras que otros 12,500 optaron por bajas con mantenimiento parcial del salario o seguro médico de hasta 18 meses.
El consejero delegado de la aerolínea, Gary Kelly, aseguró en una comunicación interna obtenida por el diario Dallas Morning News que está satisfecho con la respuesta a sus programa de bajas.
El plan tomará forma definitiva este miércoles, un día antes de que Southwest presente resultados por el segundo trimestre.
El anuncio se da en un momento de profunda crisis en el sector de las aerolíneas en EEUU con el repunte de casos de COVID-19 y con una caída del tráfico de pasajeros de unas 30,000 personas diarias, según los últimos datos de seguridad aeroportuaria.
Southwest es una de las aerolíneas que se ha beneficiado de un programa federal de estímulo con el compromiso de no despedir o eliminar beneficios a ningún empleado hasta septiembre.
La aerolínea, que opera principalmente en Norteamérica, ha obtenido más de 3,000 millones de dólares en préstamos y subvenciones federales.
Southwest espera una caída de los vuelos del 30% este otoño, después de una merma que ronda el 70% en el tráfico aéreo nacional en los primeros meses de verano.