"Este acuerdo es un punto de inflexión en las relaciones entre la UE y Canadá", manifestó en Bruselas el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, que habló incluso de una nueva era.
"Este es el mayor acuerdo que nuestro país haya cerrado alguna vez. Y es una victoria histórica para Canadá", aseguró por su parte el primer ministro canadiense Stephen Harper. "Ahora tenemos libre acceso a la mitad del mercado global".
La Comisión Europea considera que la eliminación del 99 por ciento de las barreras aduaneras, así como el reconocimiento de normas y regulaciones, el acceso a la contratación pública, el reconocimiento de derechos de autor y de marcas generará un crecimiento del 23 por ciento anual, o de 26,000 millones de euros (unos 35,600 millones de dólares), en el comercio bilateral.
Además, la expectativa es que el producto interno bruto (PIB) de la UE crezca en 12,000 millones de euros, mientras que el de Canadá aumente en 8,000 millones de euros.
"Partimos da la base de que este acuerdo fijará estándares para otros acuerdos", dijo Barroso, en referencia las actuales negociaciones para un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
"El acuerdo es en beneficio de todos los canadienses", aseguró Harper. Los productores de queso serán los que sufrirán principalmente "pequeñas pérdidas", indicó, debido a que se importará más y a menor precio. De todas formas, aseguró que éstos serán compensados por el gobierno.
Harper y Barroso se mostraron convencidos de que el acuerdo recibirá un gran respaldo a ambos lados del Atlántico.
El acuerdo será firmado oficialmente en unos meses y no entrará en vigor hasta 2015. La UE es el segundo socio comercial de Canadá después de Estados Unidos. En 2012, el intercambio comercial de bienes entre ambas partes alcanzó los 62,000 millones de euros, mientras que el de servicio fue 26,000 millones de euros.