Entre esos bancos, cuya calificación ha decidido devaluar S&P, que el pasado 19 de septiembre rebajó la valoración de la deuda soberana de Italia de "A+" a "A", figuran Banca Monte dei Paschi di Siena (de "A-" a "BBB+"), Banca Popolare di Milano (de "A-" a "BBB+), Banco Popolare (de "A-" a "BBB") y Ubi Banca (de "A" a "A-").
En cuanto a Unicredit e Intesa Sanpaolo, la agencia de medición ratifica su valoración de "A" (equivalente a un notable), y confirma asimismo la "A+" (notable alto) a Banca Nazionale del Lavoro (BNL) y la "A" de Mediobanca.
Según informa la agencia en un comunicado, esta rebaja llega ante los riesgos de la economía italiana y del elevado endeudamiento público (en torno al 120 por ciento del PIB) y es consecuencia directa de la rebaja a la calificación crediticia del país del pasado septiembre.
S&P vuelve a exigir al gobierno que preside Silvio Berlusconi que acometa "medidas que puedan llevar al aumento del crecimiento económico y llevar adelante una más veloz reducción del peso de la deuda debido al sector público".
La agencia de medición de riesgos cree que las nuevas turbulencias que se producen en los mercados, así como la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento económico de Italia pueden llevar a un ulterior deterioro de las condiciones operativas de los bancos italianos.
También como consecuencia de la rebaja del pasado 19 de septiembre de la calificación crediticia de Italia, S&P ya rebajó dos días después su valoración de siete entidades financieras de Italia, entre ellas, Intesa Sanpaolo, que en esta ocasión no ha sufrido una nueva devaluación.
Standard & Poors considera que el objetivo de ajuste presupuestario del Gobierno italiano, que pretende lograr el equilibrio en 2013 gracias a dos planes de ajuste aprobados este verano por valor de 79,000 millones y de 54,000 millones de euros, podría no concretarse por el debilitamiento de las previsiones de crecimiento.
También este martes, otra de las agencias de medición de riesgos internacionales, Fitch, anunció la rebaja en la valoración a largo plazo del gigante del motor Fiat, de "BB+" a "BB", confirmando su calificación a corto plazo en la "B".