Aunque el índice es ligeramente inferior al que China registró el pasado año, seguirá permitiendo al gigante asiático "destacar entre las grandes economías globales", afirmó la agencia de medición en un informe del que se hace eco la agencia oficial Xinhua.
Además, la previsión de S&P supera incluso la meta de subida del Producto Interior Bruto (PIB) del 7,5 por ciento anunciada recientemente por el primer ministro chino, Wen Jiabao.
Al término del plenario de la Asamblea Nacional Popular, y en la que presumiblemente será su última rueda de prensa como primer ministro, Wen subrayó que la economía china se enfrenta a una tendencia a la desaceleración debido a los impactos de la crisis de la deuda europea y a la contracción de la demanda extranjera.
La agencia de calificación añade como posibles factores de la ralentización china las políticas nacionales para controlar la inflación, que incluyen medidas para limitar el crecimiento del sector inmobiliario.
S&P destacó que, mientras la iniciativa gubernamental de aumentar el apoyo a la pequeña y mediana empresa podrá proporcionar un fuerte crecimiento al país asiático, los acontecimientos adversos de la eurozona y Oriente Medio serán un fuerte varapalo para su repunte.
China bajó al 7,5 por ciento su meta de crecimiento para 2012 tras siete años consecutivos en los que la fijó en el 8 por ciento.