S&P, que con ello incrementó por primera vez en siete años la nota de Corea del Sur, mantuvo además en "estable" su perspectiva a largo plazo sobre la cuarta economía de Asia.
"La mejora refleja nuestra evaluación menos negativa de los riesgos geopolíticos en la península coreana", indicó la consultora en un comunicado.
S&P interpretó que se ha producido "de un modo suave" el cambio de liderazgo en Corea del Norte, país comunista gobernado por Kim Jong-un tras el fallecimiento en diciembre de su padre, el dictador Kim Jong-il.
Por tanto, concretó, "se ha reducido el riesgo de que el régimen norcoreano pueda colapsar repentinamente o aumenten los enfrentamientos militares" en la península coreana, donde Norte y Sur permanecen técnicamente como enemigos desde la Guerra de Corea (1950-53).
La decisión de S&P se ha producido después de que Moody's y Fitch elevaran recientemente un escalón sus calificaciones soberanas de Corea del Sur hasta "Aa3" y "AA-", respectivamente.
Con la nueva actualización, Corea del Sur ha recuperado los niveles de calificación crediticia de las tres principales agencias previos a la crisis financiera asiática de 1997-98, que golpeó duramente a la economía local.
S&P señaló que podría elevar aún más la nota de Corea del Sur en el futuro si el país mantiene "su sólido progreso económico en los próximos años y eleva su PIB per cápita a niveles comparables con las de los países de más altas calificaciones".
Para este año, el Banco de Corea (BOK) prevé un incremento del 3 por ciento del PIB tras recortar en julio su anterior estimación del 3,5 por ciento.
El Kospi, principal indicador de la Bolsa de Seúl, registró hoy una fuerte subida del 2,92 por ciento atribuida en parte a la actualización de S&P, aunque según analistas locales el factor con más peso fue la compra de bonos anunciada ayer por la Reserva Federal de Estados Unidos.