En un informe que compara la proporción de la inversión en el Producto Interior Bruto (PIB) de 32 países, la agencia determina que la economía del gigante asiático es la que tiene "un mayor riesgo de contracción debido a la baja productividad de la inversión en los últimos años".
Así, el documento subraya que el crecimiento de China es "vulnerable" y advierte de que, en caso de aminorar, "afectaría al resto del mundo, cuyo ritmo de recuperación depende en gran medida de la demanda de China".
Según la agencia, el exceso de inversión en la economía de un país "parece preceder" a una crisis económica, y pone como ejemplos la crisis financiera asiática de 1997-1998 y la más reciente en 2008-2009 en todo el mundo.
El informe establece que otros países como Australia, Brasil, Canadá, India, Indonesia, Sudáfrica, Francia y Vietnam tienen "riesgo intermedio", mientras que el resto de economías analizadas tienen un "riesgo bajo" o "muy bajo".
En 2012, el gigante asiático registró un crecimiento económico del 7.8 por ciento, la tasa más baja desde 1999, y la inversión contribuyó prácticamente a la mitad de este crecimiento.
Varios analistas piden a las autoridades chinas que reduzcan los niveles de inversión y den más peso al consumo interno, algo común en el resto de economías mundiales.
Sin embargo, los desequilibrios en China se intensificaron después de que el gobierno introdujo, a finales de 2008, un paquete de estímulo a la inversión para aliviar los efectos de la crisis económica global.