En un comunicado, S&P advirtió de que en los "próximos dos años" podría rebajar la nota de la deuda británica si "la actuación fiscal" se "debilita más allá de nuestras expectativas actuales".
"Creemos que esto podría ocurrir, en particular, como resultado del retraso o desequilibrio de la recuperación económica o por un debilitamiento del compromiso político con la consolidación", explicó S&P, que, junto a las otras dos grandes agencias de calificación, mantiene la triple A para el Reino Unido, Canadá y Alemania.
En su opinión, si la economía británica continúa creciendo "lentamente" a medio plazo, la deuda de este país podría acercarse al 120 por ciento del Producto Interior Bruto, después de alcanzar este año en torno al 85 por ciento del PIB.
Asimismo, S&P estima que el PIB británico podría crecer a un ritmo del 1.6 por ciento cada año entre 2013 y 2015, después de haber sufrido una contracción del 0.3 por ciento durante 2012.
"Seguimos creyendo que los esfuerzos del gobierno durante los próximos años para llevar a cabo la corrección de las cuentas fiscales del Reino Unido frenarán el crecimiento económico, aunque esperamos que el ritmo de la consolidación se suavice a corto plazo", agregó la agencia.