Los senadores presentarán el acuerdo mañana jueves al presidente estadounidense, Joe Biden, quien ha hecho del plan de infraestructuras una de sus prioridades.
Según el senador demócrata Joe Manchin, la Casa Blanca ya ha dado el visto bueno al acuerdo tentativo, por lo que un pacto final podría estar más cerca que nunca.
Este miércoles por la tarde, funcionarios de la Casa Blanca se reunieron en el Congreso con cinco senadores demócratas y cinco republicanos para acercar posturas sobre el plan, destinado a modernizar carreteras, aeropuertos, puentes y la red eléctrica.
A la salida del encuentro, varios senadores dijeron que habían llegado a un acuerdo tentativo.
"Hay un acuerdo marco sobre el paquete bipartidista de infraestructuras", dijo a la prensa la senadora republicana Susan Collins, quien indicó que "aún quedan detalles por resolver".
Por su parte, el senador republicano Rob Portman, uno de los líderes conservadores en las negociaciones, explicó que la Casa Blanca y los dos partidos "no están de acuerdo en todo", pero han alcanzado suficientes acuerdos para intentar aprobar la legislación en el Senado.
Los senadores rechazaron desvelar detalles concretos del acuerdo y tampoco explicaron cómo se financiará.
Cuando comenzaron las negociaciones, Biden propuso un plan de 2.25 billones de dólares; pero los republicanos lo rechazaron con el argumento de que incrementaría el déficit de EE.UU., por lo que el tamaño del plan se ha ido reduciendo para intentar lograr un acuerdo.
El último plan que presentó el grupo bipartidista de senadores incluía 579,000 millones de dólares en nuevos gastos para llegar a 974,000 millones en cinco años y 1.2 billones en ocho.
Preguntados sobre el principio de acuerdo, Biden dijo a la prensa: "Ya os diré lo que me parece cuando tenga los números finales esta noche".
En un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, evitó pronunciarse sobre el pacto y se limitó a decir que las reuniones con los senadores habían sido "productivas".
Para sacar adelante el plan, Biden necesita el apoyo de los republicanos porque los demócratas tiene una débil mayoría en el Senado (51-50) y se necesitan 60 votos para aprobarlo.