En total, la compañía de bajo coste prevé operar en torno a 1,000 trayectos desde la mayoría de sus 80 bases de operaciones europeas, si bien la frecuencia de vuelos será menor que antes de la pandemia de la COVID-19.
Ryanair precisó que esta decisión estará sujeta a que la autoridades relajen las restricciones impuestas para viajar entre países de la Unión Europea (UE) y a las condiciones de salud pública que se introduzcan en los aeropuertos.
"Después de cuatro meses, ya es hora que Europa vuelva a volar de nuevo para reunirnos con amigos y familiares, para permitir que la gente vuelva al trabajo, para reiniciar el turismo en Europa, que crea millones de empleos", anunció en un comunicado el consejero delegado de Ryanair en Irlanda, Eddie Wilson.
El directivo subrayó que la compañía "colaborará estrechamente" con las autoridades sanitarias para "asegurar que esos vuelos" cumplen, "cuando sea posible", con "medidas eficaces encaminadas a limitar la propagación de la COVID-19".
Wilson se refirió al "ejemplo de Asia" para indicar que en los vuelos de corto recorrido, de en torno a una hora, que conectan países del "mercado único de Europea", el uso de mascarillas y los controles de temperatura es "la manera más eficaz de lograrlo".
La aerolínea líder en Europa del sector de bajo coste lleva operando desde mediados de marzo apenas una treintena de vuelos entre Irlanda y el Reino Unido, lo que ha provocado el desplome de su tráfico de pasajeros.
Ryanair transportó solo a 40,000 usuarios durante el pasado abril debido a la pandemia de coronavirus, lo que supuso una caída del 99.6 % respecto a ese mismo mes de 2019.
El consejero delegado del Grupo Ryanair, Michael O'Leary, ya anunció el pasado mes que la aerolínea podría eliminar hasta 3,000 empleos, en su mayoría de pilotos y personal de cabina, durante los próximos dos años por la caída de la demanda.
Asimismo, confirmó que "más del 99 %" de su flota permanecerá en tierra hasta, "al menos", julio y estimó que el tráfico de pasajeros no volverá a los niveles de 2019 "hasta el verano de 2022, como muy pronto".
La reanudación del 40 % de sus vuelos a partir del próximo 1 de junio obligará a introducir "nuevas medidas y procedimientos" para los pasajeros "antes, durante y después" del viaje, señaló hoy Ryanair, que ofrece más detalles al respecto en un vídeo publicado en sus redes sociales.
Entre otros cambios, la aerolínea insta a los clientes a viajar con menos maletas facturadas, a facturar online y a llevar las tarjetas de embarque en sus teléfonos móviles.
Asimismo, se efectuarán controles de temperatura a la entrada de los aeropuertos y los pasajeros deberán llevar "mascarillas o coberturas faciales en todo momento" en las terminales y a bordo de los aviones, al tiempo que se recomendará que se mantenga la distancia social "en cada etapa del viaje".
El personal de cabina también llevará protecciones faciales y se limitará la oferta de servicios a bordo, que solo se podrán pagar con tarjeta de crédito, mientras que los pasajeros no podrán hacer cola para ir al servicio, que deberá pedirse con antelación.
El propio avión, destacó Ryanair, contará con filtros de aire similares a los que se instalan en hospitales y todas las superficies serán desinfectadas cada noche.
Antes de volar durante los próximos julio y agosto, los pasajeros deberán rellenar un formulario para detallar cuanto tiempo permanecerán en su destino y la dirección de estancia, de manera que las autoridades puedan implementar medidas de cuarentena.
"Cuando aún quedan más de seis semanas para el 1 de julio, Ryanair cree que ésta es la manera más práctica de reanudar el programa de vuelos (...), para que economías que dependen del turismo, como España, Portugal, Italia, Grecia, Francia y otras, puedan recuperar lo que queda de la temporada turística de este año", agregó Wilson.