"No vamos a abandonar el espíritu de ese impuesto", reiteró en una entrevista publicada hoy por "Les Echos" el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, quien indicó que se readaptará el dispositivo, sin precisar los detalles, que se darán a conocer en las próximas semanas.
Anticipó que se calibrará el mecanismo impositivo para que sea compatible con el dictamen del Consejo Constitucional, porque "queda descartado exponerse a una nueva censura".
También excluyó que en lugar de ese impuesto se eleve el tipo máximo del impuesto sobre la renta, que desde este año es del 45 por ciento para los que ganan más de 150,000 euros.
El ministro indicó que lo lógico sería que la nueva contribución para ricos figure en los presupuestos de 2014 y echó balones fuera sobre la polémica de que ese impuesto del 75 por ciento haya favorecido el exilio fiscal de franceses adinerados, como el caso más mediatizado del actor Gérard Depardieu.
A su juicio, no es esa tasa lo que les lleva a fijar su residencia fiscal en el extranjero, además de argumentar que por ahora es "imposible" medir la amplitud de ese fenómeno.
"Para luchar contra el exilio fiscal -comentó Moscovici-, antes que nada hay que valorar mejor Francia, que tiene que ser acogedora para las empresas, para los talentos. La fiscalidad no es más que un elemento entre otros".
Según una encuesta del instituto demoscópico BVA para la cadena "iTélé" publicada hoy, seis de cada diez franceses son favorables a un nuevo impuesto para las personas que ganan más de un millón de euros, aunque para la mayor parte de ellos el 75 por ciento inicialmente planteado les parece exagerado.
En concreto, un 19 por ciento de los interrogados estimaron que una tasa del 75 por ciento o superior es demasiado, mientras que un 38 por ciento dijeron que les parecería bien que se gravara a los millonarios en euros con entre el 50 por ciento y el 75 por ciento, y un 26 por ciento se pronunciaron por un tipo inferior a ese 50 por ciento.