Al comparecer ante el pleno de la Cámara de Diputados con motivo del análisis del Sexto Informe de Gobierno en materia de política económica, dijo que el ahora llamado acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (USMCA, por sus iniciales en inglés) pone al día muchos de los temas que habían sido rebasados con el transcurrir del tiempo.
Este nuevo acuerdo, dijo, viene a dar certidumbre a los exportadores mexicanos de que cuentan con un mercado donde pueden colocar sus productos, y a los consumidores de que tienen acceso a más bienes a un menor precio, y a los inversionistas de que hay condiciones para incrementar los flujos de inversión que son fundamentales para el crecimiento y la generación de empleos.
“Estaremos entregando una economía que brinda mayores espacios para la inversión, alcanzando casi 200 mil millones de dólares de Inversión Extranjera Directa en los últimos seis años, cifra sin precedentes que cubre por completo la cuenta corriente”, subrayó.
Como lo dijo ante senadores la semana pasada, el encargado de las finanzas públicas del país afirmó que el proceso de transición de gobierno ha prevalecido el diálogo, la economía está fuerte y las finanzas públicas sanas y se entregarán "buenas cuentas y bien las cuentas".
González Anaya reconoció que el país tiene grandes retos, pero se tiene que seguir trabajando para impulsar grandes acciones que permitan cerrar las diferencias existentes en el país y que el bienestar sea por todo compartidos.
No obstante, agregó, también hay que reconocer que la administración que tomará los rumbos del país a partir del próximo 1 de diciembre heredará una economía resiliente y en crecimiento, que ha reaccionado de forma correcta ante los choques que han llegado del exterior y que tiene su estabilidad bien cimentada en finanzas públicas sanas.
“Nuestras condiciones macroeconómicas dan certidumbre dentro y fuera del país de que en México se salvaguardan los ahorros y se ofrecen los espacios para la inversión”, sostuvo.
Reconociendo los retos, insistió, la economía de México es fuerte y sus finanzas públicas son sanas, “entregaremos buenas cuentas y entregaremos bien las cuentas”, lo que se ha logrado por el trabajo conjunto entre poderes, ya que la pluralidad de ideas nunca fue un obstáculo para alcanzar los mejores acuerdos para el presente y futuro del país.
Refirió que en los últimos seis años, México enfrentó un complejo entorno global, como la caída del precio del petróleo o la reducción de la producción industrial de Estados Unidos, que pudo haber impactado profundamente en la economía familiar si no se hubieran manejado las finanzas públicas de manera prudente y responsable.
Destacó que en ningún momento la economía mexicana cayó en recesión ni tuvo inestabilidad en el sector financiero; por el contrario, en los últimos seis años creció 2.5 por ciento anual y el empleo formal creció a una velocidad récord del 4.0 por ciento anual.
Si bien no es el crecimiento al que debemos aspirar los mexicanos, a pesar de los factores en contra nunca se detuvo y supera al de las economías comparables como Argentina, Brasil, Chile, así como las de países desarrollados como Alemania, Estados Unidos y Francia.
“La razón es que México tomó decisiones difíciles, no siempre populares pero sí responsables y necesarias”, añadió al señalar que a pesar de tener un entorno adverso, siguió creciendo y se generaron más empleos.
Las medidas que explican la estabilidad económica del país, expuso, fueron las reformas estructurales aprobadas en esta administración, así como el buen manejo macroeconómico, apuntó el funcionario federal durante su mensaje inicial en esta comparecencia.
“Hoy nuestra estabilidad está anclada en políticas fiscales responsables, y en cada decisión en materia económica, siempre se tuvo presente el compromiso de preservar la estabilidad”, afirmó.
El secretario de Hacienda dijo que México se comprometió a realizar un proceso gradual de consolidación fiscal que no afectara la estabilidad macroeconómica del país o comprometiera el presupuesto destinado a combatir la pobreza.
Así, a la distancia, México es hoy de los pocos países del Grupo de los Veinte (G20) y de América Latina que logró alcanzar un superávit primario y que tiene una trayectoria de deuda decreciente como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).