El gobernador del Banxico, Agustín Carstens, destacó que las reformas aprobadas son un paso indispensable en la dirección correcta para aumentar la competitividad de la economía, lo que tendrá un impacto positivo en las inversiones, el empleo y los salarios.
“El gran reto para los próximos meses y años es que realmente tengamos una implementación adecuada y expedita de estas reformas, de tal manera de que se puedan materializar los efectos positivos que se esperan de estas reformas lo antes posible”, argumentó.
En la medida en que las reformas vayan materializándose, señaló, se dará un mayor crecimiento económico, lo cual permitirá que a su vez mayor demanda agregada sin que genere presiones sobre la inflación.
En la presentación del “Informe trimestral de inflación, abril-junio 2014”, señaló que al cierre de 2014 la inflación se ubicará por debajo de 4.0 por ciento, pese a que durante la segunda parte del año, de forma temporal, estará unos meses arriba de ese nivel.
No obstante, explicó el banquero central, se espera que la inflación general anual disminuya a niveles cercanos a 3.0 por ciento a principios de 2015 y que permanezca cerca de dicho nivel el resto del año.
En cuanto a la economía mexicana, Carstens apuntó que durante el primer trimestre de 2014 registró un crecimiento por debajo de lo esperado, pero para el segundo trimestre se estima que muestre un mayor dinamismo, derivado de un repunte más notorio de la demanda externa, en particular de las exportaciones manufactureras.
No obstante, acotó, el hecho de que el desempeño económico haya estado por debajo de lo anticipado a principios del año, sugiere que el dinamismo de la economía podría ser menor que el previamente esperado para el resto de 2014.
Por ello, informó, el Banxico revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana este año a un rango entre 2.0 y 2.8 por ciento, desde entre 2.3 y 3.3 por ciento previsto hace un trimestre, pero para 2015 mantuvo su proyección en un rango entre 3.2 y 4.2 por ciento.
Carstens subrayó que estas previsiones implican un fortalecimiento gradual de la demanda interna en el segundo semestre de 2014 y en 2015.
Explicó que esto se deriva tanto de una mayor transmisión al mercado interno del repunte de la demanda externa, como de los efectos que los avances recientes en el proceso de reformas estructurales podrían tener sobre los niveles de confianza de consumidores y productores.
Ante ello, el banco central mantuvo sin cambio sus provisiones sobre el número de trabajadores asegurados en el IMSS, de un aumento de entre 570 y 670 mil trabajadores (permanentes y eventuales urbanos) en este año, y de entre 620 y 720 mil trabajadores en 2015.