Tras recoger el premio Carabela de Plata 2010, de la Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana, por su "apoyo y colaboración" en el desarrollo de Mapfre en esta región, dijo que nadie entiende a la aseguradora líder del mercado "sin su pilar iberoamericano" que, junto con el de España, son las "dos sólidas raíces" en las que apoya su expansión en el mundo.
Manzano recordó que hace 30 años en esta compañía muchos pensaban que "los americanistas" estaban "tirando el dinero en un proyecto inviable" al apostar por la expansión en Latinoamérica.
Sin embargo, dijo, ahora "todos somos americanistas, o, mejor aún, todos nos sentimos iberoamericanos", lo que se materializa en que Mapfre sea líder del Seguro no Vida en Iberoamérica, que en sus sociedades en la región trabajen más de 14 mil personas, que en ella colaboren más de 34 mil agentes y corredores y que sus ingresos representen el 27.7 por ciento de los más de 20 mil millones de euros que contabilizará el grupo en 2010.
Manzano, que dejará el cargo en marzo al jubilarse, recordó que en las últimas décadas uno de los grandes retos empresariales de Mapfre ha sido su expansión en Iberoamérica, estrategia que se empezó a planificar en 1969, mientras que las primeras inversiones llegaron en la década de los 80.
"Como todas las grandes obras, la expansión de Mapfre en América es una obra colectiva" que fue asumida como un proyecto "propio" y "difícil", que "en algunos momentos pudo parecer casi utópico", agregó.
También valoró que en el desembarco internacional "Mapfre no se limita a su actividad empresarial", sino que incluye actividades de su fundación para contribuir al bienestar y al progreso de los países en los que desarrolla su actividad.
La Fundación Mapfre promueve y desarrolla actividades relacionadas con la cultura, la prevención, la salud, la seguridad vial o el medio ambiente, mientras que su Instituto de Acción Social se orientan en España a ayudar a personas discapacitadas y en Iberoamérica a apoyar al desarrollo de más de 70 mil niños y adolescentes con ayuda material, educación y cuidados médicos.
En años anteriores, la Carabela de Plata ha recaído en personalidades como el Rey Juan Carlos, la Reina Sofía, el Príncipe de Asturias, el ex secretario general de Naciones Unidas Javier Pérez de Cuellar, los escritores Mario Vargas Llosa o Arturo Uslar Pietri o el ex presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina.