Huertas admitió que en el resultado global, al registrarse un beneficio de 500 millones de euros en los primeros seis meses de año, se observa una caída del 50 por ciento frente a los 2,000 millones de euros ganados en 2011, pero explicó que ello se debe a la pérdida de valor de Bankia, en la que Mapfre había invertido.
Observó que, separando esta inversión de los resultados, el negocio asegurador sí había crecido un 10 por ciento frente al año anterior, algo que atribuyó a la "internacionalización" de la compañía.
"El 60 por ciento de los ingresos de Mapfre y el 50 por ciento de los beneficios llegan de fuera de España", lo que ha permitido a la empresa seguir creciendo pese a la crisis, detalló Huertas.
Precisamente Turquía, país en el que Mapfre entró en 1996 y donde opera bajo su marca desde 2009, es un "mercado estratégico", que ya se ha convertido en "cabecera regional" para numerosos países de la zona en los que trabajan empresas turcas, añadió.
Huertas anunció la compra del 51 por ciento de Genel Servis, una empresa turca del sector de servicios para el automóvil, pero negó buscar nuevas expansiones en el futuro próximo.
"No es el momento de hablar de posibles adquisiciones; estamos muy contentos con el negocio y buscamos un crecimiento orgánico", señaló.
"Estamos tranquilos porque tenemos plena confianza en que España saldrá de la crisis, creemos que las medidas que el Gobierno lleva a cabo van en la línea adecuada y habrá que esperar el tiempo que falte en este recorrido para ver los resultados", indicó Huertas.
"En dos años en los que ha habido una fuerte volatilidad en los mercados financieros, Mapfre apenas se ha visto afectada, excepto por la inversión en Bankia, que no ha tenido un buen desenlace", consideró el presidente de la aseguradora.